VACUNAS COVID PACIENTES RENALES

Las personas abajo firmantes reclamamos la vacunación de las personas con Insuficiencia Renal Crónica por los siguientes motivos: Los pacientes con enfermedad renal crónica (ERC), en sus distintos estadios, son un colectivo de riesgo que ha presentado elevada mortalidad a lo largo de la presente pandemia. Basándonos en la evidencia científica actual, estas personas, especialmente las que se encuentran en tratamiento sustitutivo renal (hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante) deben ser considerados, por muchos motivos, un grupo prioritario para recibir la vacuna frente al virus SARS-CoV-2 causante de la COVID-19. Según el estudio publicado OpenSAFELY, los pacientes que presentaban un filtrado glomerular estimado inferior a 30 ml/min/1,73 m2 de manera crónica, tenían un riesgo de mortalidad de 3,48 (3,23–3,75) veces (ajustado para edad y sexo), siendo este creciente a medida que existía mayor deterioro de la función renal. Además de por la propia ERC, este grupo de pacientes presenta una elevada prevalencia de comorbilidades como diabetes mellitus, hipertensión, enfermedad pulmonar, enfermedad cardiovascular, obesidad y fragilidad, lo que aumenta su riesgo frente a la COVID-19 y sus complicaciones. Por otra parte, dentro de los pacientes con enfermedad renal, aquellos que precisan de terapia de renal sustitutiva (TRS) (diálisis o trasplante renal) son extremadamente vulnerables a los efectos de la COVID-19 . En el artículo publicado por FACME (Federación de Asociaciones Científicas Médicas Españolas) “Recomendaciones de FACME para la vacunación frente a COVID-19 en grupos de potencial riesgo”, en su apartado “ Administración de la vacuna frente COVID-19 en pacientes candidatos y receptores de trasplantes de órganos sólidos” recoge: “es necesario priorizar la vacunación de los pacientes en lista de espera pre-trasplante, en vistas a la mayor gravedad de la infección en los primeros meses post-trasplante y de su futura inmunodepresión potencialmente condicionante de la eficacia de la vacuna, y mientras se encuentren en una situación clínica estable” Desde el momento inicial, se evidenció la alta incidencia de la infección en esta población, especialmente entre los pacientes en hemodiálisis en centros sanitarios. Los factores que justifican esta circunstancia incluyen la imposibilidad para el distanciamiento social y el confinamiento reglamentario, y la necesidad de desplazarse a centros sociosanitarios al menos 3 veces por semana en los momentos de máxima presión asistencial. Además, muchos de los pacientes que requieren hemodiálisis crónica precisan de trasporte colectivo y viven en centros sociosanitarios, epicentro de muchos contagios. Por todo ello, entendemos que deberían incluirse las salas he hemodiálisis en el grupo de vacunación de los centros sociosanitarios, grupo que ya ha comenzado la vacunación, y por lo tanto recibir las vacunas en estos momentos.     La COVID-19 no sólo es muy frecuente entre nuestros pacientes sino que condiciona una elevada mortalidad. A lo largo de los meses de pandemia, el análisis de los datos del Registro Español determinó una mortalidad superior el 25% del total de pacientes en TRS contagiados, siendo nuevamente los pacientes en hemodiálisis los más afectados con una mortalidad que asciende al 30%. La Sociedad Española de Nefrología se puso en contacto con las Autoridades Sanitarias recibiendo una respuesta inmediata por parte de la Dirección General de Salud Pública con el siguiente contenido: “Amparándose en la sólida evidencia científica actual, los pacientes con enfermedad renal crónica (particularmente los que se encuentran en tratamiento sustitutivo de la función renal -diálisis o trasplante-) tienen mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19. La estrategia de vacunación frente a COVID-19 contempla la vacunación prioritaria de aquellas personas que tienen patologías o condiciones con evidencia científica sólida de mayor riesgo de enfermedad grave, por lo que se ha tenido en cuenta a estas personas entre los grupos de vacunación prioritarios que se vacunarán en la segunda etapa de la estrategia”. Consideramos que: - Los pacientes con ERC avanzada, especialmente aquellos con necesidad de TRS (diálisis y trasplante) deben ser considerados por las autoridades sanitarias como de alto riesgo, tanto de contraer la COVID-19 como de sufrir consecuencias de esta patología, incluyendo el fallecimiento en un alto porcentaje de casos.  - Los riesgos son especialmente elevados en los pacientes en programa de hemodiálisis en centros sanitarios debido a la imposibilidad para acatar las medidas de distanciamiento social y confinamiento. - Los pacientes con ERC avanzada, especialmente aquellos con necesidad de TRS en España, y en nuestro caso en la provincia de Badajoz, deben ser considerados prioritarios para la vacunación frente al SARS-CoV2. - Las salas de hemodiálisis deben ser consideradas centros sociosanitarios, y por lo tanto deberían ser incluidas en los grupos de vacunación actuales. Por todo lo anteriormente expuesto y acogiéndonos al principio de equidad, mediante el cual se debe proteger especialmente a los que corren riesgo de sufrir peores consecuencias por la pandemia, y señalando que pacientes renales jóvenes han perdido la VIDA, SOLICITAMOS LA VACUNACIÓN PRIORITARIA DE PACIENTES RENALES A LA MAYOR BREVEDAD POSIBLE.

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